Carla Mila / Relaciones sexuales / Acrofilia. Sexo de altura y en las alturas
Está claro que el poder mágico de las alturas hacen de la acrofilia una parafilia un tanto peculiar. Su nombre procede del griego, y surge entre mujeres que ya han experimentado diversas técnicas sexuales. La búsqueda de alterativas casi al borde del riesgo es lo que verdaderamente les da placer.
La primera de las acepciones corresponde claramente a la diferencia entre la estatura de la mujer y la del hombre. Aquí no caben 10 centímetros más. Si no una diferencia que pueda llegar al máximo posible. Si son hombres de 1,90 hacia arriba, pues mejor. Como curiosidad diremos que la mayoría de las mujeres que sienten acrofilia no son excesivamente altas. Por ello no tienen problemas para que sus amantes le sacan bastante diferencia en la estatura.
A esto se le une la preferencia de muchos de ellos que les gustan las mujeres no demasiado altas. Algo que les llena su ego.
Por ello no es extraño ver pasear a parejas cuya diferencia de altura es más que considerable.
Respecto a la segunda acepción, tener sexo en las alturas, la acrofilia se manifiesta en la búsqueda de lugares donde se pueda contemplar el horizonte desde altos lugares al mismo tiempo que tener sensaciones placenteras.
Sin duda alguna es el avión el lugar preferido. Por lo que la mayor tentación de estas mujeres es practicar sexo en los servicios de los vuelos regulares. También en primera clase pueden disfrutar de tocamientos o incluso masturbaciones en el caso de vuelos nocturnos, mientras el resto de pasajeros duermen.
Como vemos, el riesgo que proporcionan las alturas, es el mejor aliciente para quienes sienten la acrofilia como algo necesario para su excitación.
Carla Mila
Etiquetas: acrofilia, sexo y altura, sexo y riesgos